Podía estar nerviosa en ese momento, podía estar temblando desde los pies a la cabeza. Podían no surgir las palabras acertadas de mi boca, podía estar diciendo estupideces todo el tiempo mientras en mi cabeza escuchaba la frase "para ya y cierra la boca".
Podía estar enfadada. Podía tener ganas de llorar, de mandar a todo y a todos al traste y evitar reconciliarme con el mundo. Podía estar dolida, intentando recomponer pedazos de un cristal que se ha roto con un sólo golpe.
Podía estar riendo a carcajadas. Podía estar bailando sola mientras canto a gritos la canción.
Y lo entendí en ese momento.
Sólo su brazo por mis hombros, o sus brazos por mi cintura. Y yo ocultando mi cara entre su cuello y su hombro. Y la tranquilidad se hacía presente.
De mi para esos abrazos.
Basado en momentos de calma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario