miércoles, 15 de julio de 2015

Ahí.

Conjugas con una facilidad asombrosa el pasado y el presente hasta tal punto que obtienes mi futuro condicional. Ahora lo pintas todo tan bonito y no te das cuenta que una vez cogiste un cuadro perfectamente pintado y lo emborronaste posando tus manos en él. Y segundas partes nunca fueron buenas y a la milésima dejé de contar, porque era una sucesión de los errores anteriores y no hay artista que se quiera desvivir por arreglar tu desastre. Ni siquiera yo misma he podido restaurarme.

Todo el cariño que te tengo no sé si es merecido, pero sabes muy bien que a veces se convierte en odio cuando intentas aproximarte de más. Porque te quiero en un punto en el que hemos llegado a estar pero que no sabes permanecer en él durante mucho tiempo. Te quiero entre aquí y allí. Te quiero ahí.

Y si una vez pude decir que no había más oportunidades para que estuvieras cerca de la manera correcta, soy capaz de decírtelo una vez más si no consigues entender que la única forma sana y duradera es que ahora no te acerques demasiado. Pero ésta vez ya juega mi paciencia y porque si te soy sincera, nunca te he querido más lejos que en este momento. Porque de tanto consentirte te he malcriado cual niño pequeño.


De mi para José.
Basado en miles de tropiezos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario