miércoles, 8 de julio de 2015

Creer.

No creo que se pueda pasar de cero a cien en segundos. No creo porque es imposible. No creo porque eso no es amor, es atracción. Y quien base sus relaciones en atracción física es que está vacío por dentro. Suena cruel, pero nos reducimos a animales cada vez que nos dejamos guiar por los sentidos y apartamos la lógica y los sentimientos. Sería como ir determinados por la vida aferrados a instintos y naturaleza animal. Nos reducimos a la mínima expresión cuando desistimos de querer rascar la superficie de la otra persona sin llegar a conocer el motor que la impulsa. Yo creo en los ceros que se convierten en dieces (http://www.elcajondegatsby.com/de-cero-a-diez/) Creo en ser valiente y en arriesgar. Creo en ser personas.

Hay que sentir. Y a la vez que sentimos, hay que pensar. Por todo. Para todo. No quiero que haya un sólo instante o persona en mi vida que no me llegue a producir un sentimiento o un pensamiento. No soy nadie para tratar a las personas como objetos porque es algo que no concibo dentro del género humano. Sería una hipócrita conmigo misma si tratase a los demás como no quiero que me tratasen así, porque sé el daño que causa.

Creo que no sabemos el daño que nos hacemos mintiéndonos los unos a los otros y a nosotros mismos no siendo claros. Engañando y engañándonos pensando que la forma menos dolorosa de quitar una tirita es tirando poco a poco. Creo que no sabemos ser críticos o nos ponemos la venda en los ojos ante la decepción que causamos para no sentir nosotros ese mismo sentimiento al saber que hemos fallado. Creo que no sabemos pedir perdón y que no sabemos perdonar ni perdonarnos. Y ésto debería ser enseñado desde pequeños.

Creo que somos seres con demasiada frustración por dentro como para permitirnos el lujo de querer conseguir lo que nos propongamos. Creo que no nos creemos. Que nos han fallado y mentido tantas veces que estamos condicionados por el pasado y no hemos sabido extraer la experiencia, sino solamente el dolor. Creo que nos empeñamos tanto en encontrar la comodidad que se nos han olvidado la palabra esfuerzo por el camino. Creo que somos tan prudentes y vamos tan "a lo seguro", que estamos completamente desarmados ante un giro inesperado de acontecimientos que nos puede hacer volcar. 

Creo que no sabemos la dureza con la que el tiempo juega en nuestra contra, porque "el que no quiso cuando pudo, no podrá cuando quiera". Y nos ponemos el mundo por montera dejando pasar y que pasen de nosotros desechando y desechándonos al mismo tiempo, sin saber valorar ni valorarnos. 



"Si fuera fácil, lo haría cualquiera. Si fuera tan sencillo, estaría lleno de gente haciéndolo antes que tú. Y si no pareciese imposible, todo el mundo lo habría hecho ya. Por eso te sientes tan solo. Porque de aquí en adelante, tu única compañera realmente fiel se llama Soledad. Porque nadie cree que pueda conseguirse. Nadie, menos tú y alguno tan loco como tú. No te preocupes que los demás volverán, el día que ya no haya nada más que hacer. Si acaba bien, para apuntarse el tanto y explicarte el porqué de tu éxito. Y si acaba mal, para decirte que todo esto ya lo veían venir. Por eso tú a lo tuyo, tira millas. Que si fuese fácil, lo haría cualquiera. Si fuera tan sencillo, estaría lleno de gente haciéndolo antes que tú. Y si no pareciese imposible, todo el mundo lo haría hecho ya." 


Risto Mejide. 





De mi para las personas.
Basado en comportamientos animales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario