viernes, 22 de marzo de 2013

Vivir a muerte la vida.

La vida es demasiado corta para perder el tiempo en problemas, en rayadas y paranoias. En discutir por auténticas gilipolleces sin sentido, en malgastarlo en compañías que no aportan nada y menos aún para preocuparse por cosas que ya no tienen remedio. Sólo hay una vida, que nadie va a vivir por ti, que nadie más que tu tiene que conducir y que no ha de pasar en balde.
Existen mil refranes y frases hechas que resumen lo que hay que hacer para no dejarse llevar por la tristeza y el arrepentimiento eterno. Y es que la sabiduría popular tiene más razón que mis libros de genios e intelectuales. “Lo que tenga que venir, vendrá. Lo malo que sucedió, intenta que no vuelva a repetirse. Que no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista y al mal tiempo, buena cara”.
Y sobre todo: vivir a muerte la vida.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Cruce de intenciones.

Ahora más que nunca juega el corazón y no la cabeza. He arriesgado demasiado y demasiadas veces por algo que se contradice una y mil veces, pero siempre acaba por arrasar con mi pensamiento y mis principios. Ha conseguido anteponerse a base de sonrisas y miradas a casi todo aquello que para mi trascendía mucho más que una simple tontería sin importancia, como comenzó siendo: un cruce de intenciones, de desenfreno de puertas para dentro y de rechazar aquello que era seguro y bueno por el desequilibro y riesgo.

Todo este tiempo desde entonces me demuestra que no puedo hacer como si no existiera, porque siempre que he intentado evitarlo, vuelve. Vuelve para dejarme tras él un rastro de amarga culpabilidad y a la vez de la mayor felicidad; una felicidad que muy pocas veces había llegado a sentir y que la delata la sonrisa que desde hace mucho no se dibujaba en mis labios. Porque no sabe la capacidad que tiene de poner todo boca abajo con tan sólo mirarme y no concederme ni el poder de la duda para saber si hago algo bueno o malo. Pero ¿cómo puede ser malo algo que me hace feliz?. ¿Cómo puede llegar a ser bueno algo que roza la prohibición?.

Para la esa debilidad con nombre y apellidos. No sé si te quiero cerca o lejos.

domingo, 10 de marzo de 2013

Per la millor.

Yayi. ¿Que tal estàs?. He de dir que des de l'últim dia que ens vam veure, he esperat amb ànsia el nostre següent trobada. I així ha estat sempre durant els últims vint anys des del meu naixement.

Cada vegada que ens tornàvem a veure era especial. No el motiu dels meus nervis els cinc minuts abans de veure't però així ha estat sempre. Què vols que digui?. Aquesta manera de deixar de pensar i actuar per impulsos mai ha desaparegut. I encara que sembli ximple, sempre ha anat a més amb el pas del temps. De petita somreia en veure't i ara no puc fer altra cosa que no sigui donar-te una abraçada i no deixar-. Odi que passi tan ràpid el temps i més que is noti.

Aquesta setmana vaig a veure't. Promès. No vull que agafis fred de camí a casa.

Pd: Crec que els papers han canviat i ara què somriu ets tu i què espera l'abraçada sóc jo. Tindràs raó quan em deies que m'estava fent gran i et deixava enrere. I no saps el que m'espanta que hagis tingut raó en això.