lunes, 8 de junio de 2015

Querido Luis.

He escrito varias veces de él y para él. Es de las pocas personas que puede leer este blog de arriba a abajo y sabe de qué escribo o sobre quién sin preguntarme. Vaya si me conoce. 

Tras ocho meses desde que me propuso ir a verle, he perdido dos billetes de avión, varios fines de semana planeando nuevos vuelos para que estos días se haya producido al final el esperado encuentro en París. Han sido meses eternos para que se me haya pasado tan rápido. Y no ha sido por la ciudad.




Querido Luis:

Sé que uno de estos días te pasarás por aquí y leerás esta carta. No te he avisado cuando iba a escribirte para que la sorpresa sea mayor (aunque no seas de sorpresas, creo que esta merece la pena). 

Lo primero es darte las gracias, y no solo por acogerme. Gracias por irme a buscar al aeropuerto para al final cruzarnos por el camino y no habernos dado cuenta. Gracias por cocinar para mi y tan bien. Ahora peso un poquito más. Gracias por ser el mejor guía turístico de la ciudad, yo si fuera tu cobraría por el tour que has diseñado para las visitas. Gracias por haberme hecho caminar tanto, ahora las cuestas de Comillas se me harán un poco más llevaderas. Por cierto, en total habrán sido unos 30 kilómetros durante estos días, si mi móvil no falla. Gracias por dejarme dormir, aunque hubiera estado bien que me despertaras a horas más tempranas. Gracias por dejarme hablar durante horas, por dejar que me desahogara porque falta me hacía. Gracias por confiar en mi para desahogarte tu, aunque menos falta te hacía. Gracias por llevarme a la Rue Cambon, ya puedo tachar algo más de mi lista de cosas por hacer en la vida. Era un pequeño homenaje que teníamos que hacer, y lo sabes. Y sobre todo, muchas gracias por ser mi amigo. Queda más que demostrado que la distancia no significa nada si nos podemos poner al día tan rápido y como si no hubiera pasado el tiempo desde la última conversación.


Ahora se te espera en Valladolid, aunque tu no quieras volver. Y lo entiendo. Te he visto en tu ambiente, te he visto feliz como hace mucho que no te veía. Y eso no sabes lo que me alegra. Te mereces estos meses y confío en que sean unos pocos meses más, y si es una vida entera mucho mejor.


Disfruta, porque te lo mereces más que nadie.


P.D.: creo que me olvidé la boina. Espero que venga contigo, no me gustaría perderla.


Un beso muy grande. 
Te quiero.



De mi para Luis.
Basado en uno de esos amigos que forman la familia que uno escoge.

No hay comentarios:

Publicar un comentario