miércoles, 1 de mayo de 2013

Recuerdos.

Hay personas que viven aferrados a sus recuerdos como si fueran  lo más valioso que tienen en este mundo. No hay día en el que no echen de menos a alguien o pasen por un sitio y se les venga a la memoria algún instante vivido en ellos que tendrá la misma importancia que quien estuvo a nuestro lado en ese momento. El lugar en sí no vale nada si no hay alguien que motive ese recuerdo. 

Puede ser alegre o triste, pero forma parte de lo que hemos sido y hecho, y aunque eso no se puede cambiar, se puede soltar poco a poco esos recuerdos, sin dejarlos escapar, dejando paso a que otras personas invadan el presente y nos descubran lugares nuevos. 

Para el que tiene miedo al olvido. No hay que cerrar la puerta al pasado, simplemente abrir la ventana al presente y al futuro.


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