domingo, 2 de agosto de 2015

Gestos.

Me escribe tumbado desde su cama que la noche anterior ha bebido bastante, que se encuentra mal y yo le contesto que de vez en cuando no hace daño. Esas copas de las que te arrepientes al día siguiente nos las hemos bebido todos.

Me viene a la memoria una noche en su pueblo, en la que probé por primera vez el gintonic y acabé bebiéndome esas copas de más que él iba pidiendo sin que yo lo viera para que para él fueran de menos. Me acuerdo de la salida de Botica, de la pizzería a la que él no quería ir y yo insistía que debía comer algo mientas notaba el mareo que se salta la fase de ir contenta para apenas ver.

Me acuerdo y pienso que hice bien, que no me arrepiento de ésas copas si a él no le sentaron mal. Que es un ejemplo muy tonto, pero en ésos pequeños detalles, por insignificantes que parezcan, consisten las relaciones. Que demuestran las palabras "me importas".

Y es que no concibo relación alguna sin demostrar, más que decir. Y al igual que esa noche, ha habido otras personas, lugares, noches y días. En las que quieres demostrar que alguien te importa, aunque sea un poco, algo, bastante o mucho. Y que ésos pequeños gestos, no necesitan ser recompensados, pero sí que la otra persona sepa valorarlos y apreciarlos.


De mi para el resacoso. Espero que a la milésima comprendas el concepto amistad.
Basado en conversaciones y recuerdos.


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