lunes, 27 de abril de 2015

La suerte.

Estar y no estar. Porque mi mente está viajado a ese sofá. Porque cuando estoy en ese sofá mi pensamiento se aleja de él. Es difícil de explicar cómo se echa de menos un sitio y cuando se está en él se piensa en cualquier cosa menos en disfrutar de ese lugar.

Me invade la sensación de nostalgia, de querer estar allí sentada. Y cuando estoy allí, pienso que todo en esta vida tiene fecha de caducidad. Que todo esto se venga abajo aunque los cimientos sean fuertes. Y aunque no debería pensarlo, lo hago sin darme cuenta. Que he visto giros de ciento ochenta grados tan rápidos que los ojos no los perciben, pero la cabeza si.

Será que me duele más el hecho de perder que simplemente arriesgar. Porque voy con todo en esta apuesta. Y sé que es un todo o nada. Y por más que juegue a mi favor toda la suerte, siempre tendré ese miedo que hace preguntarme si la próxima vez será la última que estaré allí.

Será que lo he dado todo. Será que es mi última carta. Será que es mi última partida que puede dármelo todo o dejarme sin nada.




De mi para la suerte. No te esfumes.
Basado en pensamientos perturbadores sin motivos ni razones.

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