Pobre de ti, que me has aguantado y soportado. Que no has sabido si conmigo las cosas serían lentas o rápidas. Si volcaría y nos dejaría tirados en la cuneta o me paso de frenada. Sé que no tengo un punto medio, que no me tengo tomadas las medidas, pero has logrado conseguir nuestro propio equilibrio. No somos extremos, pero sí dos compases completamente diferentes. Y no sé cómo lo has hecho para que sonemos al mismo tiempo y suene bien.
¿Cómo no apostar por ti, si tu lo has hecho por mi al cien por cien?
De mi para él. Te quiero.
Basado en hechos armoniosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario