lunes, 1 de febrero de 2016

Nos estamos dejando vivir.

En resumen, lo mejor es que siempre vamos a ser demasiado jóvenes para entenderlo todo. Tal vez la vida en vez de decirnos "no", nos está diciendo "espera, no tengas prisa". Divino tesoro la juventud que muestra una persona impaciente, me parece un don que no debe ser despreciado. Por más que nos llamen ansiosos, sabemos que estamos alargando para toda la vida la inmadurez.

¡Qué gusto se siente al guiarse de vez en cuando por los impulsos!


De mi para el impaciente, el tozudo, el impertinente. Nos estamos dejando vivir.
Basado en los últimos coletazos de una segunda adolescencia demasiado tardía.

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