jueves, 7 de mayo de 2015

Caín y Abel.

En muchos fragmentos de nuestra historia fuimos Caín y Abel, siendo tú el primero en nacer para ambos y yo la primera en morir en tus manos. Un origen que tuvo lugar gracias a ti y un final trágico que tu mismo cometiste. Yo fui el hilo conductor, el nudo de la trama. Y quiero pensar que sin mi no hubieras tenido tu triste narración. 


Yo me sumergí entre los demás libros. Tu vuelves a sacarme de la biblioteca.
Tu pusiste el punto final. Yo recopilo lo que hubo desde la primera letra.



De mi para el lector. Hay mejores historias que se están escribiendo en este momento.
Basado en extensas narraciones que ahora se reducen a microcuentos.

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