En mi familia siempre me han enseñado que con esfuerzo y
sacrificio se alcanzan todas las metas que uno se proponga. Da igual que parezcan
imposibles, que la gente intente hacerte cambiar de opinión y que la vida,
aunque a veces sea injusta, no puede con una persona por muy cuesta arriba que
se ponga. Me enseñaron que nunca hay que contar con la suerte, que siempre se
debe creer en uno mismo y con preocuparse no se llega a ningún sitio. Que hay
que mirar a los problemas de cara, buscarles solución y nunca venirse abajo.
Mi familia está compuesta por auténticos titanes y
gracias a ellos, a su apoyo, a su entrega y a sus enseñanzas, yo estoy
aprendiendo a ser una más. Porque el camino que todos ellos han recorrido antes
que yo, es por el que quiero andar y pisar las mismas huellas que ellos han
dejado.
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